Cualquier
cosa que creemos en la vida comienza como una simple imagen en nuestra mente.
Muchas de estas imágenes son inconscientes. Mediante la visualización mental creativa
es posible alterar estos pensamientos e imágenes incluso asociarlos a algo.
Con el método Pilates, la
idea es crear una imagen visual- mental que nos ayude a concentrarnos en la zona del
cuerpo sobre la que estamos trabajando. Ello requiere un nivel de concentración
muy profundo que se vuelve más sencillo con la práctica. En un nivel
superficial, muchos de los ejercicios parecen bastante sencillos. Sin embargo,
el modo de disponer físicamente los brazos y las piernas es sólo parte del
proceso. El método Pilates, a diferencia de otras numerosas disciplinas, es en
realidad mucho más complejo, pues en cada movimiento se debe ser continuamente consciente
de lo que está haciendo todo el organismo. No se concentra uno sólo en el
vientre, o en la cara interna de los muslos, y se excluye el resto del cuerpo.
Aunque se esté haciendo una serie de movimientos específicamente pensados para
trabajar un cierto grupo muscular, como por ejemplo los abdominales o los
cuadríceps, siempre se debe recordar la importancia de hallarse igualmente
concentrado en el resto del cuerpo. ¿Dónde están los pies? ¿Estamos colocando
la cabeza exactamente del modo correcto? ¿Está el cuerpo bien alineado?...
Al
principio, es posible que esto parezca bastante difícil, y emplear técnicas de
visualización puede representar una enorme ayuda. Entendiendo cómo debería
sentirse el cuerpo, se facilita la adopción de la postura correcta. Al final,
estas imágenes se presentarán de modo natural por asociación, sin demasiado
esfuerzo. La visualización es uno de los mejores métodos para salvar la brecha
que separa la mente del cuerpo. Creando imágenes mentales que se correspondan con
lo que estamos tratando de realizar físicamente, se desarrollará, a su debido
tiempo, un nivel de conciencia corporal que es privativa del método Pilates.