martes, 28 de abril de 2015

La propiocepción en Pilates

¿Has realizado alguna vez movimientos con los ojos cerrados? tocarte el hombro con la mano, llevar tu dedo a la nuca, caminar, ¿y quedarte en equilibrio a la pata coja?....

 


    Tal vez te hayas preguntado cómo lo consigues si no lo estás viendo. Puedes hacerlo gracias a la propiocepción, una especie de sentido adicional, encargado de transmitir al sistema nervioso central información, acerca de la posición de tu cuerpo respecto al espacio y de qué manera se está moviendo, sin la necesidad de tener ninguna referencia visual.  Nuestro cerebro recibe la información a través de receptores nerviosos distribuidos por todo el cuerpo, en los músculos, articulaciones y ligamentos. Estos propioceptores forman parte del mecanismo de control de la ejecución del movimiento. Es un proceso subconsciente y muy rápido que realizamos de forma refleja.

    Nuestro cuerpo utiliza este sentido continuamente por tanto su entrenamiento es importante tanto en el deporte como en la vida cotidiana. Numerosos estudios han mostrado la eficacia de la aplicación de un “entrenamiento propioceptivo” en el descenso y la prevención de lesiones en los deportistas y de una mejora técnica del deporte en cuestión. En el día a día, la propiocepción asegura una reacción más rápida ante situaciones inesperadas de inestabilidad o de necesidad de movimiento (por ejemplo ante el riesgo de sufrir una caída al perder el equilibrio) por tanto, está recomendado su práctica a todas las edades, ya que tanto en edad temprana, como en edades más avanzadas reduce notablemente los riesgos de caídas y lesiones derivadas de la carencia o falta de entrenamiento para desarrollar estas capacidades.

    Entrenamiento de la Propiocepción:

    Es muy importante mantener una vida activa. El sedentarismo y la falta de actividad física, influyen negativamente sobre esta cualidad. No sólo se debe entrenar después de una lesión. Aunque está claro que en estos casos es primordial hacer una buena rehabilitación propioceptiva por el riesgo que corremos de que se repita la lesión, no  debemos olvidarnos del factor preventivo y de que la propiocepción también afecta a nuestro movimiento y en consecuencia a nuestra postura. Por lo tanto, no olvides que todo ejercicio físico, y en especial el propioceptivo, también hace trabajar al cerebro. Entrenarlo siempre es un ejercicio magnifico para tu mente.

 

    El método Pilates contribuye de manera notable al entrenamiento del sistema propioceptivo a través del conocimiento y conexión con el propio cuerpo por medio del trabajo y la concentración. Mediante ejercicios diseñados para integrar el trabajo sobre la estabilidad postural, el equilibrio con o sin la ayuda de elementos inestables como el Fitball o pelota grande, mejora la coordinación, optimizando así las actividades de nuestra vida diaria, mejorando los gestos técnicos de nuestro deporte preferido y previniendo lesiones.

 

¿Quieres estar ágil, ligero, dinámico y prevenir lesiones?.... Trabaja la propiocepción.

 
CUERPO+MENTE+CONCIENCIA POSTURAL= propiocepción en la ejecución de ejercicios de Pilates.

PROPIO = Yo
CEPCIÓN = Tomar conciencia de mí, cerciorarme de mi cuerpo.

    La propiocepción es la capacidad que tenemos a través de nuestro sistema músculo esquelético de saber en qué posición nos encontramos, sin necesidad de utilizar la vista. Así de manera autónoma somos capaces de adaptarnos a las irregularidades del terreno y desajustes del medio que nos rodea y conseguimos mantener la estabilidad articular bajo condiciones dinámicas.

    Estos receptores una vez que captan la información la envían al sistema nervioso central para que de forma automática se desencadene una respuesta hacia el aparato locomotor para ser emitida por este sistema.

    Para trabajar la propiocepción hay varias fases de progresión en su recuperación o trabajo en clase. En un primer momento, el trabajo puede ser dinámico y activo, pero dirigido, asistido y controlado por un profesor cualificado, ejerciendo presiones para guiar, resistir y asistir los gestos articulares. Explicamos de forma exhaustiva y detallada al alumno la secuencia de ejercicios, que irán siendo más técnicos conforme se vaya recuperando o "despertando"  el sistema propioceptor. Estos gestos se tienen que realizar diariamente, y por eso, se adaptan para que el alumno los pueda realizar en casa.

    Se diseña una progresión, que depende de la sesión y nivel de cada clase de ejercicios. En esta, se pasa desde el decúbito supino con la movilidad sólo de la articulación que se desea trabajar y siendo asistido por las indicaciones del profesor de Pilates, a un plano estable en bipedestación y con el captor postural de la vista, cambios de ritmo, hasta planos inestables con ojos cerrados, incluso llegando a planos inestables móviles.